jueves, 2 de julio de 2015

Crítica: It Follows

It Follows


Título original: It Follows
Director: David Robert Mitchell
Guión: David Robert Mitchell
Reparto: Maika Monroe, Jake Weary, Keir Gilchrist, Lili Shepe, Daniel Zovatto
Año: 2014
Subgénero: Independiente, Maldición, Thriller, Teen Horror
Página web oficial: http://itfollowsfilm.com/

Sinopsis: 
Jay tiene su primera relación sexual con su novio.


Nada más terminar, la secuestra y le revela que le acaba de transmitir una maldición.


A partir de ahora deberá huir de un extraño ser que la perseguirá hasta matarla.


Este ser adopta la forma de distintas personas y nunca dejará de perseguirla.


 
Crítica:
Desde hace varias décadas el cine de terror ha castigado a los más lascivos. Aquellos que mantenían relaciones sexuales eran sentenciados a una muerte segura. Halloween de John Carpenter fue uno de los muchos precursores de esta ley no escrita que más tarde hizo oficial Scream a través de las famosas reglas de Randy Meeks. Fieles a esa regla, los asesinos de los 80 y 90, mataban a muchos después o incluso durante el acto sexual de los personajes. En It Follows, esta regla no la siguen los asesinos sino que está sujeta a una maldición y los verdugos son entidades sobrenaturales.
La película ataca a la fibra más sensible de los espectadores: su vida cotidiana. Se sustenta así, en dos aspectos presentes y comunes en el día a día de nuestra sociedad: el sexo y los viandantes.  ¿Cuántas veces hemos tenido la sensación de que nos siguen por la calle? ¿Acaso no hemos sido perseguidos alguna vez en nuestras pesadillas? A lo largo del metraje distintos caminantes se dirigen a nuestra protagonista, puede que sean malvados o puede que solo sean simples transeúntes. La ambigüedad de no conocer a la persona con la que estás compartiendo acera, la persona que va detrás de ti, resulta inquietante. La cámara nos ofrece constantes panorámicas para observar el entorno de nuestra protagonista y discernir si hay caminantes peligrosos o no. El espectador puede participar y formar teorías, de tal forma que la tensión le invade. Va un paso más allá, cuando los mismos conocidos pueden convertirse en uno de tus peores temores, una situación similar a la que viven los enfermos del Mal de Capgras. 



Con el sexo podemos encontrar además una segunda lectura que nos lleva a pensar en varios temas o problemas de la sociedad actual. La maldición puede ser una metáfora de las enfermedades de transmisión sexual que encajaría con ese afán por tener relaciones esporádicas con desconocidos que sigue religiosamente la cara más lujuriosa de la adolescencia. Por otro lado, esa paranoia en la que sientes que alguien te persigue es muy propia de las víctimas de violaciones quienes tras sufrir dicho episodio traumático tienen mucho miedo de los desconocidos. La apariencia sexualizada de los seres refuerza más aún este símil, amén de ser un diseño bastante original y acertado para asustar y a la vez respetar el leitmotiv de la película.
El guión es bastante sencillo. No tiene trampa ni cartón, ningún giro que nos pueda sorprender. Aunque todo se desarrolle de forma previsible y lineal, ello no evita que disfrutemos de la película. La simpleza del guión es un punto a favor, la idea central es tan buena que si se sobrecarga con giros narrativos perdería toda su esencia.

 


Nada más empezar busca impactar al espectador con la escena más violenta. Es un aviso para que se vayámonos preparando. Tras ello, sigue la estructura de cualquier otro thriller que hayamos visto. Se permite el lujo de dejar cabos sueltos, algunos necesarios para no perjudicar el suspense, pero hay otros que despistan gravemente al espectador. El clímax es impresionante, una escena llena de acción y suspense con un ritmo frenético y con un desenlace que no deja indiferente. Todo ello culmina en un final ambiguo de corte independiente que sin duda pretende dividir al público con distintas teorías.
Por último, no podemos olvidar mencionar la estupenda ambientación de la película que nos transporta a los años 80, como si fuera un déjà vu de películas como Pesadilla en Elm Street o Halloween. Más de uno de nuestros sentidos viaja en el tiempo cuando nos entran los escalofríos al escuchar la BSO instrumentalizada con samplers ochenteros al más puro estilo Carpenter.
No cabe duda, It Follows es una de las películas de culto de esta década.

 

 
Lo mejor: los caminantes, los símiles, la ambientación y la sencillez del guión.
Lo peor: algunos cabos sueltos y la actitud un tanto despreocupada de la actriz protagonista.
El momento: cuando Jay y sus amigos van a la piscina.

Calificación: 3,5/5




Las imágenes de la película son propiedad de Northern Lights Films, Animal Kingdom y Two Flints.

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